Si nuestro hijo no copia bien de la pizarra podemos sospechar que no ve bien. Pero es posible que ya le hayamos revisado la vista en una visita al oftalmólogo, que nos ha dicho que ve perfectamente de lejos o, en caso contrario, le ha graduado la vista y le hemos puesto gafas.

Si aún así, el niño sigue sin ver bien la pizarra (que es la causa de que no copie bien), es posible que tenga un problema de acomodación. Es decir, que al cambiar el enfoque de cerca (el cuaderno) a lejos (la pizarra), necesite un tiempo extra para ver con la nitidez necesaria. Le ocurre a muchos niños y tiene solución.

En primer lugar, necesitará una evaluación, para determinar qué problema especifico tiene su hijo. Posteriormente, deberá trabajar sus carencias mediante unos ejercicios específicos para ello (destinados a inhibir determinados Reflejos Primitivos que probablemente tenga aún retenidos) y, si resulta necesario, una terapia visual.

La visión es más que ver un 100%, la visión nos permite comprender lo que vemos, ya que hace que nuestro cerebro y nuestros ojos estén interrelacionados. En cambio, la vista ocurre sólo en nuestros ojos, es uno más de nuestros cinco sentidos.

Nacemos con vista pero la visión se va aprendiendo, es decir, se va desarrollando desde el nacimiento, a través de las experiencias obtenidas durante el desarrollo neurológico, motor y sensorial.