Cuando nuestro hijo no obtiene los resultados escolares equivalentes a su nivel de trabajo en casa diario, debemos pensar que necesita ayuda. Pero no siempre la ayuda que necesita es un refuerzo escolar o un profesor particular, aunque también sea necesario en algunos casos.

Este niño necesita que le ayuden a optimizar su trabajo diario, que el tiempo dedicado diariamente a las tareas escolares se reduzca y se asemeje al que emplean la mayoría de los niños de su edad. Porque quizá tenga problemas de lectura, de comprensión lectora, tal vez padezca un déficit de atención, o su vista no funcione de una manera óptima…

Lo primero que debemos hacer es determinar qué tipo de dificultad padece nuestro hijo, una buena evaluación aclarará nuestras dudas. Y, sobre la dificultad que padezca, buscar una solución que vaya al origen real, no sólo a los síntomas que manifiesta.

Muchos niños tienen problemas de procesamiento auditivo o visual, dificultades con las Matemáticas (cálculo o problemas), tal vez una disgrafía o disortografía….que interfieren profundamente en su aprendizaje. Pero debemos saber que todas estas dificultades tienen una solución, que siempre existe una posibilidad de trabajo y de mejora con nuestros hijos.